Al volante del Maserati Grecale GT Hybrid: lujo y exclusividad entre los viñedos
Si ponerse al volante de un Masarati ya es una experiencia por sí sola, hacerlo en los alrededores de la Bodega de vinos de La Rioja Castillo de Cuzcurrita, a tan solo 50 kilómetros de Logroño, hace que esta prueba supere todas las expectativas -y eso que ya estaban muy altas-. Desde el año 1914 el fabricante automovilístico italiano produce coches de lujo de forma exclusiva y limitada, con una atención importante en los acabados y un mimo especial para producir los motores más potentes.
El Maserati Grecale es la última novedad de la marca premium, un SUV híbrido que monta un propulsor de 300 CV y goza de la etiqueta eco de la DGT. No obstante, lo que más llama la atención de este modelo es su precio, disponible desde 82.000 euros.
En un recorrido de más de 700 kilómetros, que son los que separan Madrid de este pequeño municipio al norte de La Rioja, OKDIARIO ha puesto a prueba el Maserati Grecale GT Hybrid que demostrado una conducción dinámica y ágil, que se puede controlar a través de las grandes levas con las que manejar el cambio automático, a pesar de su gran envergadura al situarse en la categoría de SUV. Así, este nuevo modelo mantiene la esencia de la marca italiana, cumpliendo con las prestaciones necesarias para el día a día.
La principal novedad de este modelo es la electrificación de su motor, lo que ofrece una conducción más eficiente, aunque el consumo continúa siendo elevado por la potencia que monta el motor: la variante microhíbrida con 300 CV -la que ha probado este diario-, otra de 330 CV bajo el nombre de Modena y otra con 530 CV denominada Trofeo. La cifra de homologación es de 8,8 l/100 kilómetros y lo cierto es que si hacemos una conducción más despreocupada, los consumos se acercan a los 12 litros/100 kilómetros.
El Maserati Grecale GT Hybrid no sólo llama la atención por sus atributos de conducción que hacen a este modelo pase 0 a 100 km/h en 5,6 segundos con una velocidad máxima son los 240 km/h, sino también por la calidad de los acabados y el confort desde que se pone el pie en el interior del vehículo. Los asientos son de cuero negro con costuras azules y son capaces de envolver el cuerpo para disfrutar de una conducción cómoda y segura con una habitabilidad de 535 litros.
En interior, el Maserati Grecale GT Hybrid ofrece un aspecto más tecnológico gracias al cuadro de mandos de 12,3 pulgadas, el mismo tamaño que presenta la pantalla central multimedia, a la que le acompaña otra de 8,8 pulgadas donde regular parámetros como la climatización o las luces con la ausencia de botones físicos. Más moderno y tecnológico, ya que el reloj que incorpora en el salpicadero también es digital.
Este modelo abarca unas medidas de 4,84 metros de largo, 2,16 metros de ancho y 1,67 metros de alto en el que destaca el frontal con una parrilla con gran presencia y dos generosas entradas de aire en los laterales, así como por un perfil al más puro estilo coupé.
Bodega del Castillo de Cuzcurrita
Todo ello en un entorno único. La Bodega Castillo de Cuzcurrita está formada por un castillo del siglo XIV con unos jardines a sus pies, una moderna bodega y un viñedo bajo un recinto amurallado. La bodega además acoge parte de una importante colección de arte contemporáneo internacional y diferentes especies botánicas en los espacios verdes de la ubicación.
Las viñas que conforman esta exclusiva explotación vitivinícola ofrecen 25 hectáreas de viñedo con edades entre los 25 y los 100 años de cepas de la variedad tempranillo y viura. Además, están cuidadas con todo lujo de detalles, ya que están plantadas en vaso y vendimiadas a mano que forman vinos de la más alta calidad.
Un lugar abierto al público que se puede visitar a través de las visitas que organiza la bodega -clásica o premium- en la que degustar vinos tan exclusivos como Tilo, Blanca, Cerrado y Señorío. Los vinos permanecen un mínimo de 12 meses en barricas nuevas y seminuevas de roble francés, realizando en las mismas la fermentación maloláctica, además no se clarifican y se estabilizan naturalmente durante el invierno en depósitos de hormigón, antes de embotellarse. Todos los vinos tienen una crianza de al menos 24 meses en botella antes de salir a la venta.